lunes, 3 de noviembre de 2008

Archivo Nro 24: Política Nacional

Panorama Político Nacional
25 años del regreso a las urnas y Macaluse vs. Carrió por aquello de que “el pez por la boca muere…”


Semana plagada de polémica por las AFJP "del saqueo", cruces verbales y enfrentamientos entre pares que jamás se pensó podrían llegar a darse.


CAPITAL FEDERAL, Noviembre 02 (Por Pedro Noel Romero, corresponsal de Agencia NOVA en Casa Rosada) Dejamos atrás una semana cargada de simbología democrática que tuvo anclaje en el homenaje a Raúl Alfonsín que organizó la Juventud Radical (JR) en el Luna Park, el último jueves 30 de octubre, al cumplirse el 25º aniversario de los comicios que ganó el líder del centenario partido.



Esa elección presidencial marcó el regreso de la Argentina a la Democracia, a la elección de un presidente por la vía de las urnas tras haber vivido una pesadilla con la noche más larga y trágica de la historia del país. Alfonsín representó la esperanza pero cargó sobre sus espaldas con una de las etapas de transición más duras por las que hubo de transitar un gobierno con las amenazas de golpe de los militares “carapintadas” que se opusieron al juicio a las juntas, es decir, a ver sentado en el “banquillo de los acusados” a los comandantes de los años de plomo como no sucedió en ningún otro país del mundo. El Juicio a las Juntas fue sólo comparable con el de Nüremberg, donde se juzgó a los jerarcas nazis (aunque allí los vencedores de una guerra juzgaban a los vencidos).



Hubo presiones de todo tipo, sobre todo de los mercados financieros. Eran tiempos de Ronald Regan en la presidencia de los Estados Unidos cuando Raúl Alfonsín lo cruzó en una Asamblea de la ONU en 1984. Tiempos del campo convocado en la Exposición Rural de 1988 que organizó la Sociedad Rural, cuando por la aplicación de retenciones (¿Cualquier parecido con la realidad de estos tiempos será pura coincidencia?) propinó al líder oriundo de Chascomús la silbatina más estruendosa de que se tenga memoria pero el ex presidente no calló y los desafió con un discurso memorable. La silbatina la protagonizó la misma dirigencia rural que en años sucesivos aplaudió a rabiar a Carlos Menem mientras el riojano junto con Domingo Cavallo rifaban el patrimonio nacional al mejor postor y alejaban al Estado de todo compromiso social.



Derrapó Raúl Alfonsín con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final pero es una canallada que se las compare con los indultos de Menem como suelen equivocarse cuando se dejan llevar por su apasionamiento Hebe de Bonafini y miembros de otras entidades y organismos de derechos humanos. De 1983 hacia atrás los procesos democráticos no duraban más de tres años. Eso fue lo que evaluó el mandatario radical en los años 80 pero, aunque maltrecho y con el país en llamas por la hiperinflación provocada por un golpe de estado económico y financiero, cumplió en hacer entrega de la banda presidencial a otro jefe de Estado elegido en las urnas seis meses antes de que finalizara su mandato.



Nunca fue citado por la justicia por un caso de corrupción. Jamás se asoció su imagen a la de un político corrupto. Se pudo haber estado o no de acuerdo con una y mil iniciativas de su gestión. Yo no compartí las leyes del perdón pero con el tiempo pude alcanzar comprender –en parte, no del todo- el sentido de la oportunidad en su aplicación sobre todo considerando aquel dato no menor que daba cuenta de lo antes señalado: Si se evaluaba del 83 para atrás en la historia argentina los gobiernos democráticos no duraban más de tres años.



Cuando se habla de la necesidad y obligación de que la dirigencia política haga su correspondiente autocrítica, tal vez se pueda rescatar en Raúl Alfonsín que en momentos en que se debatía en el Congreso Nacional la derogación de las leyes del perdón el líder radical dirigió una carta personal a los diputados y senadores de su partido para recomendarles, en agosto del 2003, que votaran a favor de esa derogación porque ya el país estaba en condiciones de llevar adelante los juicios correspondientes contra aquellos militares que hubieran cometido delitos de lesa humanidad y los tiempos políticos eran diferentes de los que imperaron en los años 80 cuando durante su gestión debió sobrellevar los levantamientos de los “carapintadas”.



Tampoco compartí la idea del Pacto de Olivos pero ese tema forma parte de una etapa diferente del país y tiene que ver con un liderazgo en el radicalismo que ha generado muchos dolores de cabeza a los titulares de los distintos órganos partidarios puertas adentro de la UCR pero, insisto, eso forma parte de otra historia.





Debate sobre qué hacer con las AFJP



En medio de la emoción del último jueves y la liturgia radical -que se fue apagando por desaciertos de la dirigencia del alfonsinismo bonaerense y la UCR porteña pero que es sostenida, aunque a duras penas, por más de cuatrocientos intendentes y algunas gobernaciones que hacen posible que haya un radical en cada pueblo- en medio de tanta nostalgia se coló una semana política plagada de polémica por las AFJP del saqueo, cruces verbales y enfrentamientos entre pares que jamás se pensó podrían llegar a darse.



Es el caso de las diferentes posiciones que exhibieron la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y Eduardo Macaluse, del ARI disidente cuya dirigencia terminó por conformar el partido Solidaridad e Igualdad (SI). El tema que desató la polémica fue la eliminación de las AFJP y las posturas que tuvieron ambos sobre la decisión del Gobierno sobre esa cuestión.



No es un diferendo menor el de Carrió y Macaluse. En realidad, la líder de la CC nunca pretendió discutir con el máximo dirigente de SI sino que, en este caso (AFJP), se cumplió el refrán de “el pez por la boca muere” porque Eduardo Macaluse salió a ventilar el cambio de 180 grados en la postura de Elisa Carrió.



Los dirigentes del ARI disidente la conocen a Lilita y tienen con qué argumentar la diferencia de posturas respecto de ese tema que le quema en las manos a todos los bloques de la oposición porque están indefectiblemente ligados a casi 15 años de reclamos a favor del sistema de reparto y hoy, cada vez que hablan, “tienen cola de paja”.



En el kirchnerismo tienen bien definidos qué temas pueden partir a la oposición. Ya mencionamos en el último panorama político nacional que esta decisión de eliminar el sistema de las AFJP iba a ser anunciada con bombos y platillos el 10 de diciembre en que se cumplirá el primer aniversario de la asunción presidencial de Cristina Fernández de Kirchner pero el anuncio se adelantó porque comenzaba a complicarse el debate del Presupuesto 2009 sobre todo en el punto que tiene que ver con los superpoderes. El Gobierno aceleró los tiempos y la “patria movilera” se corrió de manera inmediata a la cobertura del pasaje de todos los aportantes de un sistema (capitalización) a otro (reparto) y quedó libre de cobertura y de las discusiones aquella polémica concesión a Sergio Massa para un año electoral.



Así, un tema se fagocitó al otro y quedó en escena un panorama extremadamente confuso en la oposición por aquello de que “el pez por la boca muere” y porque no hay dirigente político que resista un archivo.



El último jueves 30 de octubre Elisa Carrió salió a ventilar una vez más su teoría del Apocalipsis. Llamó la atención que al ofrecer una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados para referirse al tema AFJP no dijera nada, pero absolutamente nada sobre los responsables del sistema de capitalización. Justamente ella, que cuenta siempre con tan buena información sobre todos los temas sobre todo de aquellos vinculados a la cuestión económica, negociados y saqueos.



Su ira de redujo a lo de siempre. “Vamos por el rechazo absoluto, cualquiera sea la modificación (del proyecto del Poder Ejecutivo), porque no creemos en la intangibilidad de una banda de ladrones”, dijo, y advirtió que si llegara a aprobarse la norma, va “a pedir la derogación del decreto” y alertó de que está dispuesta a “hacer una denuncia penal por traición a la patria”.



A su vez, disparó: “El decreto 897/07 es un poder extraordinario, concedido al gobierno de la Nación para que pueda disponer de los fondos de los jubilados a su antojo”. Por el nivel de sus acusaciones, Carrió no debería aguardar ningún paso para acudir a la justicia. Pudo haberlo hecho el mismo jueves, pero no lo hizo. Tampoco dedicó una sola línea a hablar del empresariado privado que fogoneó desde el 93 las promesas de jubilaciones privadas que hasta hoy han venido siendo sostenidas con 4.000 millones de pesos anuales que ponía el Estado.



“¿No será que, como no podemos llegar a un acuerdo con los bonos, vamos a entregar los fondos de los jubilados y las acciones al embargo, para así pagarles a los fondos buitre?”, preguntó Carrió. Al día siguiente el juez norteamericano Thomas Griesa ordenó congelar los activos que las AFJP poseen en los Estados Unidos hasta cubrir los 553 millones de dólares que reclama un fondo institucional de este país (en realidad fondo buitre) por títulos de la deuda soberana que continúa en cesación de pagos pero el embargo trepó horas después a los 2 mil millones de dólares.



El paso que sigue es la defensa de esos fondos por parte de los responsables de las AFJP a los que el Gobierno obligó a resguardar esos recursos sencillamente porque no son de las empresas de capitalización sino de los jubilados argentinos que aportaron a ese sistema provisional privado.



Hasta hay la amenaza de la Superintendencia de AFJP de denunciar penalmente a las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones por haber “fallado en su deber de custodia” del dinero de los aportantes invertido en los Estados Unidos, un paso que el Gobierno daría este lunes o martes por violación a la ley 24.241, de creación del sistema de capitalización que establece el deber fiduciario de custodiar los fondos de los afiliados.



Los empresarios de las AFJP están “hasta las manos” por el desmanejo y descontrol tras 15 años de gestión. Y desde el Gobierno presionan a fondo porque saben mucho más que lo que informaron públicamente sobre las maniobras que las gerenciadoras realizaron para “liquidar” los recursos hasta obligar al Estado a que se haga cargo de los aportes de más de 4 millones de trabajadores.



Es por eso que desde el Poder Ejecutivo se fogonea de manera permanente un “apriete de clavijas” a los empresarios y se los exhibe en gesto de un “tirón de orejas”. Están obligados a defender los fondos que se pretenden embargar en los Estados Unidos sino, dicen en los pasillos de la Rosada, en lugar de ventilar informes y datos ventilaremos “prontuarios”.





Macaluse con tapones de punta



Desde el bloque del Solidaridad e Igualdad (SI), acompañan el proyecto de estatización de los aportes provisionales que propone el Gobierno y cuestionan, una vez más, a Elisa Carrió a la que, de manera recurrente, le pasan factura por sus giros a la derecha tras haber transitado siempre por carriles de centro izquierda.



En réplica a la conferencia de prensa de Lilita del jueves 30 de octubre, Eduardo Macaluse le advirtió que no puede calificar de "nazi o idiota útil" a quien vote a favor de la eliminación del sistema de las AFJP pero fue más lejos porque la acusó indirectamente de haber sido cómplice de la dictadura militar.



El legislador del SI cuestionó con severidad, sobre todo, las expresiones de Carrió que hizo alusión al “tren a Varsovia" en el que eran trasladados los judíos que eran enviados a los campos de concentración del nazismo. Sugirió que los diputados y senadores que voten la iniciativa del Gobierno estarán respaldando un proyecto que refiere a aquel tren de la Segunda Guerra Mundial, en una comparación que demuestra que la titular de la CC no tiene límites a la hora de descalificar y preanunciar el Apocalipsis y ni siquiera tiene temor a los derrapes como el de esta increíble comparación en el marco del debate sobre un proyecto de ley.



Macaluse pidió a la dirigencia política que baje los decibeles en sus declaraciones públicas y le recordó a Carrió algunos "errores" del pasado, como el "silencio" que guardó durante la dictadura.



A su vez, remarcó: "En la Argentina el `tren a Varsovia´ no es una metáfora, pasó en el 76; yo no estuve en ese tren e intenté que descarrilara. Lilita no, bueno, es un error", a la vez que le exigió que hable “con bastante más humildad, porque cuando se produjo el nazismo en la Argentina el que se calló la boca tiene que hablar con bastante más humildad y reconocer que ha tenido un error".



El titular de SI subrayó, una y otra vez que "siempre dijimos juntos con Carrió que la jubilación debe ser estatal, de reparto". “No entiendo por qué cambió de golpe ¿Porque el Gobierno lo propone?”



"Hay dirigentes que le dicen a la sociedad: `Las AFJP no le van a devolver los fondos, se están quedando con la plata, y los están despojando´, cosa que es verdad, y hay otros que dicen: `bueno, el Gobierno va a robar plata´, cosa que también puede ser verdad", sentenció Eduardo Macaluse.



Pero serán los diputados y senadores nacionales los que tendrán la posibilidad de evitar cualquier despojo. Han tenido la posibilidad de expresarse en la Cámara de Diputados donde, tal vez, la intervención más acertada en términos de interpretación política de las marchas y contramarchas con los dos sistemas previsionales (capitalización y reparto) fue la del diputado Oscar Aguad, titular de la bancada radical quien puso énfasis en recordarle al PJ que fue un gobierno peronista el que en 1993 dio la puntada inicial para transformar en ley el pasaje de aportantes al sistema de capitalización y hoy es también un gobierno peronista el que borra con el codo lo que Menem-Cavallo escribieron con la mano para que quedara reflejado con claridad que los Kirchner no vinieron de un repollo ni son extraterrestres que se hicieron cargo de la Argentina en la que todos los desagüisados terminan ejecutándolos los peronistas.



Del debate en Diputados, el Gobierno salió fortalecido por las intervenciones del Ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino quien calificó a la iniciativa oficial como “un escalón” hacia el paso a un futuro y nuevo sistema previsional y hasta aconsejó a los legisladores de todos los partidos políticos recrear en la Argentina una suerte de Pacto de Toledo que, en 1994, permitió a los españoles consensuar un programa previsional estable para asegurarlo como Política de Estado independientemente de cualquier gobierno de turno. Si hasta Raúl Castells les dijo a los legisladores de la oposición que “no pueden no votar en general este proyecto (del Gobierno)”.





La inseguridad



El Gobierno apunta a la justicia y desde la justicia Eugenio Zaffaroni apuntó a Néstor Kirchner porque el titular del PJ criticó a los jueces que "liberan y liberan" delincuentes y pidió que apliquen "taxativamente las leyes para que no sucedan cosas que avergüenzan". El santacruceño ex presidente había seguido la línea discursiva que trazó su esposa Cristina K el martes último (“la policía detiene y detiene y la justicia libera, libera, libera).



Zaffaroni, en una nota del diario Crítica, le respondió que “se equivoca y se equivoca y mal” y recordó que en la Argentina hubo "una catástrofe" económica y opinó que "hay daños que cuestan una generación para repararse".



Habrá que recordarle a Cristina y Néstor Kirchner que hubo una hecatombe en diciembre del 2001 y en enero del 2002 la pobreza trepó del 23 al casi 60 por ciento y hoy aún hay 13 millones de pobres de los cuales 3 millones son indigentes y si esas cifras no se dan a conocer es porque se las oculta y se falsean los datos estadísticos del Indec para ahorrar en deuda externa.



Pero también es cierto que los sectores más reaccionarios de la sociedad argentina, los que se suman a las marchas en reclamo de seguridad son los mismos sectores que aplaudían a rabiar la convertibilidad de Carlos Menem-Domingo Cavallo-Roque Fernández y fogoneados por los diarios La Nación, Clarín y Ámbito Financiero, presionaron a fondo para que Cavallo fuera aceptado por el (des) gobierno de Fernando de la Rúa.



No sorprende que el gobernador Daniel Scioli adhiera a los reclamos de los que quisieran ver preso a un nene de 5 años pero siguen idolatrando a Menem “porque a mí me fue bien”, como argumentan siempre sin importarles ni reparar en que esa convertibilidad fue la que provocó la catástrofe a la que refiere el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. Es que Scioli llegó a la política de la mano del riojano…



Que cada quien pague las responsabilidades que deba pagar. Ese mismo sector de la sociedad que pide “balas para los pibes” inunda las casillas de correos electrónicos con mensajes que alientan a retirar depósitos de los bancos como hicieron durante el conflicto del Gobierno con el campo y fallaron con el pronóstico de que “se viene todo a pique, explota todo”. Siguen ahora aplicando la misma modalidad. Mandaron un mensaje que advertía sobre un inminente feriado cambiario para el lunes último y también fallaron.



Los medios afines pero, sobre todo, los periodistas afines acompañaron en la orquesta de los tira bombas con supuesta información que daba cuenta de la citación al embajador argentino Carlos Bettini en España para que explicara al gobierno español el por qué de la decisión de eliminar las AFJP; titularon también que la bolsa de Madrid había colapsado por esa misma decisión del gobierno argentino y tuvieron que salir desde el gobierno español –allá- y el embajador Rafael Estrella –aquí-, en Buenos Aires, a desmentir esa supuesta información y que existía malestar entre ambos gobiernos, además de reconocer que una decisión de ese tipo (AFJP) es soberana del gobierno argentino. Ahora echan a correr el rumor de que el gobierno se apropiaría de las cajas de seguridad. Algún rumor van a acertar.



Hay gente a la que le gustaría que el país nos explote en las manos a cada uno de los argentinos. Hay gente que es feliz si se cae todo, si explota todo. Y en medio de estas campañas de los “hijos de puta de siempre” Néstor y Cristina Fernández de Kirchner salen a defenderse como cruzados contra otro poder del Estado negando la realidad de pobreza, exclusión y marginalidad cuyos índices han mejorado desde el 25 de mayo del 2003 pero con los dibujos del Indec impiden constatar los porcentajes exactos de esos flagelos.



Los K tienen la manía de querer tapar los números, quieren tapar la realidad pero ésta aflora cada vez que surge un empujón de los hechos delictivos cometidos por menores que los obliga a darse las cabezas contra la pared para recordarles que hay pobres, desempleados, excluidos, marginados…





McCain vs. Obama



La semana que asoma mantendrá en vilo al mundo político por un súper martes de definiciones en los Estados Unidos. Siempre se dijo que cinco puntos de diferencia de un candidato republicano respecto de su contrincante demócrata era triunfo “cantado” del primero; pero también se ha evaluado que a la inversa (cinco puntos a favor de un demócrata en los sondeos previos) no es garantía de triunfo porque los republicanos son de ir a votar con ganas y a sus rivales les cuesta muchísimo mover a sus seguidores a que vayan a votar.



A esta evaluación, de acuerdo al historial de los comicios, hay que sumar un dato no menor: Barack Obama es de raza negra. Los medios han ventilado que entre los demócratas hay un 17 por ciento que no votaría por Obama por el color de su piel; los republicanos han hecho lo imposible para limpiar el camino de John McCain a la presidencia.



Hasta inventaron un par de supuestos intentos de asesinato para meter en la cabeza del estadounidense medio que si vota por Obama vota por un hombre que será asesinado como sucedió con Abraham Lincoln y John Fitzgerald Kennedy; o con alguien que no fue presidente pero luchó por los derechos de los negros: Martin Luther King. También inundaron las casillas de correos electrónicos con mensajes racistas y rumores de vínculos del candidato demócrata con el terrorismo islámico.



Son así. Perversos, capaces de cualquier tropelía y son, sobre todo, corruptos porque, en el año 2000, George W. Bush ganó los comicios con trampa en Florida, donde habita la comunidad latina con supuestos votos de la comunidad cubana anticastrista.



No debe haber cosa más triste y repulsiva que acostumbrarse a convivir con frases que vaticinan que “si gana Obama lo asesinan en un par de meses”. El primer mundo hace escuela. Allá está todo tan podrido como todo lo que podemos ver podrido en la Argentina. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. (www.agencianova.com)

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