miércoles, 28 de mayo de 2008

Archivo Nro 2: Carta de Adolfo Pérez Esquivel













Sra. Presidente de la Nación:

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

Deseándole mucha fuerza y esperanza para llevar adelante los desafíos que el país necesita para fortalecer la construcción democrática en la vigencia de los derechos humanos y un nuevo desarrollo equitativo. No desconocemos los avances positivos en cuanto a la política de derechos humanos, en la búsqueda de Verdad y Justicia por los crímenes cometidos por la dictadura militar, para superar la impunidad jurídica y política.

La renovación de la Corte Suprema de Justicia fue un paso importante en la independencia del poder judicial del poder político. Los logros alcanzados en la recuperación económica son significativos y permitió superar la postración a que fue sometido el país. Esos avances fueron posibles por las decisiones políticas durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner.

Es esperanzador que Ud., como presidenta de la Nación, busque profundizar la política de derechos humanos y comprenderlos en su integridad. No sólo lo ocurrido durante la dictadura militar; sino los derechos económicos, sociales y culturales; el medio ambiente y la soberanía sobre nuestro territorio y recursos naturales, hoy gravemente amenazados.

Ésta carta es extensa y breve al mismo tiempo, por lo tanto intento dar una apretada síntesis de algunos de los graves problemas que afectan al país.

Un antiguo proverbio Zen dice: “SI NO SABES A DÓNDE VAS, REGRESA PARA SABER DE DÓNDE VIENES” ¿Sabemos los argentinos y argentinas, a dónde vamos y de dónde venimos?

El 24 de marzo recordamos el dolor y la resistencia del pueblo durante la dictadura militar que fue parte de la política continental para implantar el proyecto neoliberal a través de la Doctrina de Seguridad Nacional, con un alto costo en vidas humanas, muertos, desaparecidos, torturados, encarcelados y exiliados. Proyecto que tuvo como objetivo la destrucción de la capacidad productiva del país y la apropiación de sus recursos. Esa política nefasta de destrucción y muerte no comenzó en 1976; fue impuesta varias décadas atrás en el país y en todo el continente. Tampoco podemos obviar a las Tres A y el terrorismo de Estado impuesto durante el gobierno de Isabel Perón.

Entre los mecanismos de dominación, está la deuda externa que los gobiernos continúan pagando, generando un círculo vicioso y suicida: “más pagamos, más debemos y menos tenemos”, hipotecando el presente y futuro del pueblo. El gobierno esta negociando con el Club de París la deuda externa con el agravante que los miembros del Club le exigen hacerlo a través del FMI, condicionando la soberanía nacional.

Ésta situación es posible porque el gobierno y los que le precedieron, se han sometido a los intereses internacionales y no tienen el coraje y decisión política de realizar una auditoría, que determine la deuda legítima, de la ilegítima. Disponen de toda la documentación del juicio iniciado por el Dr. Alejandro Olmos y que el juez Ballestero enviara al Parlamento Nacional y pidiendo que se investigue. Sin embargo la decisión tomada es: “de eso no se habla y no se toca. Se paga”; generando la impunidad y permitiendo continuar con el aumento de la deuda y el saqueo del país.

El gobierno debe hacer frente al pago de 52.907 millones de dólares, entre intereses y vencimiento de la deuda., lo que representa casi el 30% de la deuda pública total reconocida por la Argentina que asciende en la actualidad a 137.114 millones de dólares. La deuda pública aumentó en 11 mil millones de dólares por el ajuste del CER

En el presupuesto nacional del año 2008, aprobado por el Congreso Nacional, se destinan cerca de 20 millones de pesos para el pago de los intereses de la deuda externa. Mientras el presupuesto para Educación alcanza a los 11.300.000 de pesos y el de Salud a los 6.200.000 de pesos. Si se suman los dos presupuestos son menos que el pago de los intereses de la deuda externa. ¿Cuáles son las prioridades del país? No se puede hacer una abstracción de las consecuencias de la deuda y su relación con las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar.

Asignaturas pendientes con el pueblo

Son los derechos que deben ser defendidos en su integridad. Es urgente enfrentar los altos índices de mortalidad infantil. Según el informe anual de Unicef (2007) mueren en el país 25 bebés menores de un año por día, la mayoría por causas evitables. La situación de desigualdad se hace más evidente en las provincias pobres. El último informe (2007) de la ONU es alarmante, la mortalidad infantil es de 13,3 por cada mil nacidos.

Los pueblos originarios están sometidos a la marginalidad, explotación y extinción, como el caso del Pueblo Mbya Guaraní, donde la mortalidad infantil alcanza al 90 por mil. Es doloroso el índice de mortalidad entre el Pueblo Tobas que en el año 2007 alcanzó a 20 víctimas de hambre.

El informe señala que un 20 por ciento de la población, se apropia del 60 por ciento de las riquezas que se generan en todo el territorio nacional. Señala el abandono de parte del gobierno y la aplicación de políticas equivocadas desarrolladas en los últimos años.

El modelo político y económico de dominación implantado en el país no desapareció. Por el contrario se fue afirmando en el tiempo a través de los sucesivos gobiernos que continuaron aplicando la misma receta neoliberal y poniendo al país en subasta al mejor postor, con las políticas de ajuste, capitalización y privatizaciones.

Muchos de los problemas planteados surgen de las políticas de gobierno que son permisivas. La rebelión del campo hay que analizarla detenidamente y no medir con la misma vara a todos los productores. No son las retenciones el único problema; son las políticas de desigualdad, de explotación y privilegio de las grandes corporaciones. No se hace cargo de las condiciones que el campesino debe afrontar frente a sequías, inundaciones, granizo y pérdida de la producción.

La ley de minería, sancionada durante el gobierno menemista es una de las más nefastas para el país. Sin embargo no se toca. Lo que marca el índice de complicidad directa e indirecta en la destrucción del medio ambiente y daños a la población. La misma actitud tiene el gobierno con la Ley de Radiodifusión impuesta durante la dictadura militar que los gobiernos se niegan a modificar e impiden el ejercicio de la libertad de prensa y medios comunitarios alternativos.

El gobierno no desconoce lo que explicito, pero deja hacer a las empresas sus negocios sin importarle el costo en vidas y pérdida de los recursos naturales. Es cierto que han tratado de detener el desmonte de los bosques y hubo que enfrentar la fuerte oposición de legisladores que defendía el capital financiero. A esa situación se suma el uso indiscriminado de los agroquímicos; la quema de grandes extensiones de bosques para plantar soja trasgénica, provocando daños irreversibles.

Pocas veces se tiene en cuenta nuestros mares y ríos sometidos y amenazados por la devastación y explotación de empresas navieras extranjeras, provocando altos índices de contaminación y destrucción de los recursos marítimos, ante la imposibilidad de disponer de la vigilancia y control de la soberanía sobre nuestros mares. La soberanía sobre el territorio de la Antártida esta amenazada y el gobierno debe actuar antes que sea tarde.

Muchos gobernadores provinciales, como señores feudales, manejan las provincias de acuerdo a sus intereses, vendiendo tierras que no les pertenecen. No se sabe que hacen con el dinero. Cabe preguntarse si existe un Catastro, un seguimiento sobre los recursos y títulos provinciales y nacionales. Mientras, someten y marginan a indígenas y campesinos y les niegan los títulos de posesión.

A este respecto, los Pueblos Originarios, con quienes estamos en permanente contacto, nos han expresado su preocupación por la puesta en marcha de la Ley 26.160 de Emergencia Territorial, ya que la misma corre peligro de vencimiento. Hasta el momento no se conoce qué medidas está tomando al respecto el Instituto de Asuntos Indígenas (INAI).

No existe en el país una ley que regule y ponga límite a la venta de tierras a extranjeros. La complicidad de legisladores y gobernadores; como de los sucesivos gobiernos nacionales, han impedido que avance la sanción de una ley de protección a la tierra. Es necesario tener en cuenta el documento “Una Tierra para todos” de la Comisión Permanente del Episcopado Argentino, sobre la grave situación que viven los indígenas y campesinos. Los obispos señalan:

“UNA DEUDA PENDIENTE. A una década de la incorporación del inciso 17 en el Art. 75 de la Constitución Nacional- que reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas, su derecho a las tierras tradicionalmente ocupadas y otras aptas y suficientes, a una educación bilingüe intercultural, a su propia lengua y cultura y a la participación en aquellas cuestiones que los afecten- pareciera que la situación de las comunidades se agrava cada vez más y los problemas estructurales que padecen se agudizan día a día”.

No es posible que se expulse de sus tierras a indígenas y campesinos y se les someta el hambre y la pobreza; violando la Constitución Nacional, y el Art. 169 del Convenio de la OIT; los Pactos y Protocolos Internacionales que el Estado Argentino suscribió y que no respeta, violando los derechos humanos que deben ser defendidos en su integridad.

Lamentablemente en nuestro país existen categorías de ciudadanos y ciudadanas de primera, segunda y tercera clase. ¿Que democracia se está construyendo?

Duele tener que decirlo, Sra. Presidenta. EL PAÍS ESTÁ EN VENTA.

Se han vendido más de 16.900.000 hectáreas de tierra a extranjeros. Se suma la noticia del proyecto de privatizar el Banco Nación, (esperemos que sea solamente un rumor) que hoy tiene en sus manos 14.500.000 hectáreas de chacareros endeudados que pasarían a mano de la banca extranjera, suma que en total de tierras vendidas e hipotecadas, asciende a 31.400.000 hectáreas. Lo que significa una superficie semejante a toda la provincia de Buenos Aires. De ser así, sería una pérdida irreparable de la soberanía nacional y completaría la entrega del país.

Le recuerdo que detrás de cada número hay rostros, de niños, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos que nos cuestionan e interpelan y reclaman un lugar justo y digno en la vida. Debemos preguntarnos si el sueño de nuestros mayores, sus luchas y esperanzas de construir un país libre y soberano fue sólo una quimera.

¿Es posible que el pueblo despierte a la pesadilla de la realidad que vivimos y vea cómo han vendido el país y nos encontremos extranjeros en nuestra propia tierra?

¿Dónde ha quedado el profundo sentido de Patria, hoy casi olvidada? ¿Qué significa la identidad y pertenencia que nos legaron nuestros libertadores, que lucharon y dieron sus vidas para dar vida y libertad a nuestro pueblo? ¿Murieron en el olvido? ¿Fueron idealistas frustrados que soñaron un país distinto, soberano y libre de dominaciones?

En el año 2010 el país celebrará el Bicentenario de su grito de libertad. ¿Quedará algo para celebrar de nuestro patrimonio, valores e identidad nacional? ¿Dónde quedó el clamor del pueblo que lucha por su liberación? ¿O es que tal vez, pretendan celebrar la re-colonización del país?

Vuelvo al proverbio: Hay que regresar a las fuentes; profundizar en los valores y la memoria compartida de las luchas populares para saber de donde venimos y hacia dónde vamos. Debemos ser coherentes entre el decir y el hacer.

No es posible hablar de soberanía sin tener el control y ser dueños de los recursos naturales con empresas nacionales básicas y estratégicas. Un país que no tiene el control de sus recursos queda cautivo de las empresas transnacionales y lleva a la dependencia, el hambre, la pobreza y marginalidad del pueblo.

Sra. Presidenta, usted ha reclamado a la sociedad que la ayuden a “defender el modelo de país”. Creo que la mayoría estamos de acuerdo en apoyar un proyecto de país y hacer todos los esfuerzos necesarios. Pero: ¿Qué significa el modelo actual de país? Es necesario tener claridad conceptual y desarrollar políticas acordes para construir y defender un país soberano, trabajar para la recuperación de nuestros recursos y la redistribución de la riqueza a fin de alcanzar el derecho e igualdad para todos.

Sin embargo vemos que ha firmado en París los acuerdos para la construcción del “Tren de alta velocidad o “Tren Bala”.Es una bala dirigida al corazón del pueblo. No hay políticas coherentes que lleven a recuperar los ramales ferroviarios que fueron desmontados; condenando al aislamiento a gran parte de las regiones del interior.

Las aguas bajan turbias

Como bien lo señalara Hugo del Carril hace varias décadas, hoy también las aguas bajan turbias e impiden ver lo que ocurre en el país. Es necesario que las aguas se aquieten, que se calme la mente y el espíritu y esperar que se vuelvan transparentes para ver el fondo.

Cuando en los años 74,75 y 76 y durante la lucha por los derechos humanos contra la dictadura militar y la violencia de diversos signos que sufría el país, reclamamos a dirigentes políticos, sindicales, eclesiásticos que actúen antes que sea tarde, muchos miraron para otro lado, no querían ver ni escuchar; hubo quienes fueron cómplices de la destrucción del país y salieron a golpear los cuarteles para reclamar que salgan las tropas a reprimir.

Gracias a Dios hubo hermanos y hermanas en la fe coherentes con el la espiritualidad y el compromiso junto al pueblo. Nuestro mártir de los llanos riojanos, Monseñor Enrique Angelelli decía: “Debemos poner un oído en el pueblo y otro en el Evangelio para saber por donde ir”. Es necesario hacer memoria, para que nos ilumine el presente. Recordar lo que ocurrió con la Forestal en Santa Fe, con la venta de YPF, Aerolíneas Argentinas, Obras Sanitarias de la Nación; Teléfonos del Estado, Ferrocarriles Argentino, entre otras empresas nacionales.

Señora Presidenta, es necesario restablecer el equilibrio entre los seres humanos con la Madre Naturaleza, con el Cosmos y con Dios, defender la integridad de la creación porque de ello depende el presente y futuro de la humanidad, de nuestro país y de nuestros hijos.

Es necesario recordar la carta del jefe indio de Seatlle, dirigida al jefe blanco: “De una cosa estamos seguros, la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra. Todo va enlazado como la sangre que une a la familia. El hombre no tejió la trama de la vida, él es solo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a si mismo… y está tentando a la desgracia si osa romper esa red”. Se pregunta: ¿Dónde está el bosque espeso? Desapareció ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir”.

¿Qué nos espera si continúa la política de devastación actual?

Resistir en la esperanza

Que nos permita construir nuevos paradigmas de vida junto a nuestro pueblo y los hermanos del continente latinoamericano, en la integración y diversidad, en la unidad.

Es necesario tener presente que federalismo, no significa feudalismo y desintegración del país. Existe una gran perversión conceptual y de valores éticos y filosóficos ¿Hasta cuando se puede soportar tanta humillación e injusticias al sentirnos exiliados en nuestra propia tierra?

Para finalizar, Señora Presidenta, lo que señalo es un aporte al gobierno. La situación que vive el país se arrastra desde hace muchas décadas y continuar aplicando ésta política es suicida. Sabemos las dificultades que debe afrontar y que se deben dar pasos concretos hacia los cambios que el país necesita.

Esta situación no se resuelve con paliativos y clientelismo político. Urge la necesidad de políticas dirigidas a recuperar la soberanía, la libertad, el derecho del pueblo a disponer de su patrimonio; de los recursos energéticos, la biodiversidad, el agua y la tierra.

El retroceso que el país ha sufrido en las últimas décadas es alarmante. Es necesario superar el analfabetismo y las enfermedades endémicas, el hambre y evitar que se mueran niños, indígenas y ancianos. La seguridad pasa por implementar políticas sociales y cambios estructurales en el fortalecimiento de la soberanía nacional y vigencia de los derechos humanos desde su integridad.

Escuche el clamor del pueblo y luche por la construcción de un nuevo amanecer, sabiendo que otro mundo es posible y que otra Argentina es posible. Tenemos expectativas a que se sume a la resistencia y construcción en la esperanza.

Le reitero mi fraterno saludo

Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nóbel de la Paz


sábado, 24 de mayo de 2008

Archivo Nro 1: 25 de mayo de 1810

El 25 de mayo de 1810

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Por Julio Colotti

Exordio

Hay una horma prescripta para pensar al proceso de independencia americana a la que la mayoría de los historiadores se ciñen, y es la de considerar la influencias de causas o ideas externas, europeas o norteamericanas y causas o ideas locales. Esta visión refiere a las ideas del iluminismo y del liberalismo, el libre comercio, la competencia, el individualismo, que según este enfoque se manifiestan en la Revolución Francesa, en la independencia norteamericana y son propagados por las conquistas Napoleónicas y por la necesidad de expansión del comercio inglés.

Estas ideas liberales nacen en las potencias dominantes de esa época, Francia e Inglaterra y dentro de esos países en los sectores que componen la nueva estructura de poder de la sociedad. Conjunto de ideas o ideología que germina como respuesta a la necesidad que tiene el hombre de justificar sus acciones, buenas o malas, justificarlas hacia otros hombres, justificarse a si mismo y justificarse ante Dios o ante lo que desde su visión personal considera la trascendencia. Justificar su poder a veces obtenido en forma no santa, justificar sus privilegios y justificar la opresión ejercida a sus hermanos postergados o por lo menos su desentendimiento hacia ellos.

Este pensamiento, estas causas, pueden haber influido en alguna forma a parte de los sectores de la sociedad con mayor poder de decisión y que suelen ser propensos a gozar de los privilegios que esa posición de poder le pone a mano y no a cargar con el peso de mayores obligaciones y responsabilidades hacia sus hermanos postergados.

El parecido a lo que sucede hoy da credibilidad al proceso histórico que de lo contrario parece una entelequia. Si consideramos las consecuencias de la aplicación de ideas monetaristas de Friedman y Lucas de la Universidad de Chicago – subvencionada por Rockefeller - traídas a la argentina, posterior al golpe de 1976, de la mano de Martínez de Hoz, Caballo, Machinea y otros serviles dependientes de la usura internacional de los Rockefeller, Morgan, Carnegie o Rothschild entre otros; reconoceremos en nuestro pueblo padecimientos similares a los que soportaron los pueblos del imperio hispánico en el siglo XVIII y principio del siglo XIX.

Pero este pensamiento no tuvo mucha influencia en el pueblo llano y en los cuadros de aquel entonces, para quienes las ideas de libertad, igualdad y fraternidad - integrantes del discurso liberal - no eran ninguna novedad, no consistían en una especulación teórica, sino que tenían una aplicación práctica cotidiana en las comunidades tanto en España como en Iberoamérica.

Los pueblos del imperio hispánico tenían una fuerte formación cristiana forjada primero en la unidad en la fe, en la esperanza y la caridad, indispensables para afrontar con unidad, como afrontaron, ocho siglos de lucha por la recuperación de la patria española ocupada por el imperio islámico y después en América, donde la fusión de razas es posible porque parten de la premisa de considerarse todos hijos del mismo padre y venerar la presencia constante de una misma madre.

Españoles y criollos eran gentes que habían vivido el sistema que acepta las comunidades y las protege, que habían abrevado de las nuevas ideas de la modernidad católica: los derechos políticos de las personas, la legalidad y legitimidad del levantamiento contra el gobierno, que no solo es legítimo y constituye un derecho, sino que tienen la obligación los cristianos de no obedecer, cuando es contra derecho, desde el punto de vista natural verdadero y de las necesidades de la gente.
Ideas producto de la convivencia popular, si bien llevadas al plano teórico por intelectuales de la talla de Francisco de Victoria (1486 -1546) y Francisco Suárez (1548 –1617) de las universidades de Salamanca y Lovaina respectivamente, forjadores de un nuevo sistema jurídico que vino a soportar y sostener las Leyes de Indias. Leyes que están informadas del espíritu de la nueva teología y la nueva juridicidad que redunda en una política de afirmación del proyecto del Imperio como unidad de las naciones. Al decir como unión de las naciones afirmamos que ya es federal por sí mismo.

Estas consideraciones no pretenden angelizar a los hombres de entonces. No fueron ángeles, fueron hombres muy duros, dispuestos a matar y morir por la gran causa que justificaba su paso por la vida, pero también por un interés subalterno o una trivialidad. Pero fueron, en general, hombres formados, no una masa veleidosa, influenciable con modas ideológicas.

Desde la óptica descripta consideramos al proceso de España y de América como un mismo proceso de lucha de las comunidades libres contra el absolutismo anglo-borbónico, con las diferencias lógicas devenidas de darse en dos continentes distantes y uno de ellos, América que debía resolver además el encuentro de culturas y crisol de razas.

En España se manifestará en la brega de los independientistas, uno de los cuales dejo dibujado y pintado este anhelo para testimonio de futuras generaciones, que fue Don Francisco de Goya y Lucientes (1746 – 1828) pintor dibujante y grabador notable que dejó plasmado en sus obras de arte tanto el levantamiento contra Napoleón, los fusilamientos y crueldades a que eran sometidos los valerosos paisanos españoles y aquellos en los que mostraba como era la corte, el asco o el rechazo por parte de todo el pueblo de estos nobles serviles al poder de turno, apoyo político del invasor José Bonaparte, llamados “los ilustrados” o afrancesados que finalmente eran unos extranjeros.

En América el proceso de la península repercute irremediablemente, comienza la guerra de la independencia americana, poco después de comenzar en la península. Algunos militares argentinos, como el Padre de la patria venían de pelear la guerra contra Napoleón.

Situación en Europa

En octubre de 1800 la corte española y su rey firman en San Idelfonso el llamado “Tratado de neutralidad” con Napoleón I. Por este tratado, de carácter secreto, como reafirmando su calidad vergonzante, Francia autoriza a España a permanecer neutral en la guerra que se desarrolla entre Francia e Inglaterra, pero en calidad de satélite de Napoleón. Carlos IV se compromete a abrir los puertos de España a navíos franceses de todo tipo y pagar 6.000.000 mensuales como precio de su abstención.

Este tratado pone de manifiesto la decadencia, la corrupción y la debilidad de un estado que renuncia a su espíritu de potencia legado por su ascendencia y una corte que había perdido la conciencia de su propia dignidad.

Las consecuencias de este pacto bochornoso fueron trágicas: Napoleón perdió todo respeto a una corte capaz de aceptar semejantes condiciones y desde allí en adelante sus requerimientos fueron en aumento como también las concesiones y hasta vejaciones que España debía aceptar.

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En octubre de 1805 se enfrentan una fuerza británica contra una flota hispanofrancesa, en el cabo de Trafalgar (situado en la actual provincia española de Cádiz), con la victoria final de aquélla, revalidando de manera definitiva la superioridad británica en los mares y desbaratando el plan del emperador Napoleón Bonaparte de invadir Gran Bretaña. Otro duro golpe para España otrora reina de los mares.

En este proceso de decadencia del estado español se expresa nuevamente en el enfrentamiento entre su rey Carlos IV apoyando a su “válido” Godoy, mentor de la paz infamante de San Idelfonso; contra su hijo, el príncipe heredero Fernando VII. Apoyado por el ejército Fernando VII despoja a su padre de la corona.

Napoleón aprovecha el conflicto para intervenir y en lugar de reconocer a Fernando VII lo obliga a abdicar a favor de su hermano José Bonaparte en 1808.

Ante la noticia de que los infantes de España eran sacados contra su voluntad del palacio se produjo un levantamiento popular en Madrid que fue ahogado en sangre por el ejército francés que ejecuta cientos de fusilamientos.

A pesar de la represión sin piedad al pueblo español, parte del funcionariado que fueran “leales” a Carlos IV y luego “leales” a Fernando VII, se transforman en aduladores de la causa francesa.
Cualquier parecido con la actualidad - en que los funcionarios del golpe de 1976 se transforman en funcionarios de la democracia con Alfonsín, pasan a ser luego leales a Menem su “intransigente” oponente y por último leales a Kirchner, detractador de todo lo anterior – es pura coincidencia

Pero también en ese mismo año se produjo la primera derrota en Bailén del hasta allí invicto ejército napoleónico. El general Francisco Javier Castaños improvisó un ejército con tropas enviadas por las juntas de defensa de Granada y Sevilla, en general campesinos mal armados (garrochistas o milicias populares) sin preparación y con ellos derrota a los veteranos de Napoleón. Allí nuestro entonces Capitán de Caballería San Martín, va a recibir una medalla de oro en reconocimiento a su valor. Ya en la batalla de Arjonilla, donde un soldado Juan de Dios salvó su vida, había merecido una mención y un ascenso por el valor demostrado.

Como se ve, en el pueblo español sucedía otra cosa. Como movidos por un chispazo del creador, irrumpirán en la historia para volver a ser artífices de su destino. La unidad en la fe, el legendario valor hijo del convencimiento de luchar por una causa justa, y la personalidad política de ese pueblo, volverán a aflorar inspiradas por un soplo del Espíritu Santo y van a lograr lo que parecía imposible: detener la carrera de triunfos de Napoleón Bonaparte.

Uno de los grandes errores que comete Napoleón, que minarán su futuro político, fue considerar que el estado español y el pueblo español eran la misma cosa. Deberá comprobar en carne propia que no era así.


Las Invasiones Inglesas

Nos interesa, en esta oportunidad, considerar a las invasiones inglesas desde el punto de vista de su incidencia en la revolución de mayo.

La dotación de fuerzas en Buenos Aires, ciudad que por entonces albergaba más de 45.000 almas, eran de alrededor de 3000. Los cuerpos regulares de 1500 y otro tanto de milicias urbanas indispensables para detener los malones que solían asolar los alrededores.

Los ingleses desembarcaron en la costa de Quilmas el 25 de junio, poniendo en tierra 1635 hombres
Sobraban fuerzas humanas y materiales como para enfrentar las mandadas por Beresford y si no ocurrió se debió a la incapacidad de la conducción militar y al temor del Virrey Sobremonte de entregar armas a las milicias urbanas.

Después de algunas escaramuzas sin mayores consecuencias el ejército inglés entra en Buenos Aires adueñándose de gran cantidad de armas y bagajes. Sobremonte había abandonado la ciudad y se dirigía a Córdoba con el tesoro. Corona con esta actitud una nefasta actuación como Virrey marcada por el la soberbia, el despotismo y la petulancia que lo llevaran a tener constantes conflictos con los vecinos.

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El domingo 1º de julio, en la iglesia de Santo Domingo, mientras asiste a misa a los pies de Nuestra Señora del Rosario, Liniers toma la decisión de encabezar la reconquista de buenos Aires y hace votos de entregarle los trofeos de la victoria que ha de lograr, según confía, bajo su amparo omnipotente. Las circunstancias del voto de Liniers se hallan consignadas con fecha 25 de agosto de 1806 en el libro de actas de la cofradía del Santísimo Rosario que tiene la iglesia de Santo Domingo.

Los aprestos para la reconquista se realizan en Montevideo al mando del Gobernador y Liniers, en los alrededores de Buenos Aires bajo las órdenes de Juan Martín de Pueyrredón y en el resto del Virreynato promovidos por Sobremonte quién, ante difícil situación, ahora recepta de buen agrado a las milicias voluntarias de tierra adentro.

El primer intento de reconquista lo efectúa Pueyrredón con una temeridad que se sobrepone a toda prudencia. Luego de un oficio religioso al que asiste toda la tropa se lanzan a la batalla llevando un estandarte de la Purísima Concepción que les ofrendó el cabildo de la Villa del Luján.
El 1º de agosto se enfrentan con las tropas de Beresford. Los criollos abrieron fuego bajo el grito de -“¡Santiago! ¡Cierra España! Mueran los herejes” pero no pasó de allí. El resultado fue adverso y no sorprende ya que eran tropas bisoñas mal armadas y más dotadas de valor y arrojo que de disciplina militar.

Liniers se acerca con sus tropas a Buenos Aires ciudad cuyos vecinos se habían organizado para la resistencia en reuniones que realizaban para el rezo del Santo Rosario. Inexplicablemente Beresford no sale al encuentro de Liniers y deberá enfrentarlo en una ciudad hostil en momentos en que cae una copiosa lluvia que hace impracticable todo movimiento especialmente de la artillería.

La gente de la ciudad ayuda a las tropas de la reconquista a atravesar lodazales interminables. Amparados por la neblina se produce el ataque al que se incorpora una ola humana por las calles y azoteas. Luego de una resistencia que deja 400 muertos a las tropas inglesas, estas se rinden. Liniers que había animado a la tropa desde el frente recibe tres heridas solo en sus vestidos.
Las banderas del ejército inglés son, de acuerdo al voto de Liniers ofrendadas a la Virgen del Rosario.
El cabildo llama el 14 de agosto a un “Congreso General sin etiqueta de asientos por haber de concurrir como hijos de un mismo padre, el rey y hermanos de una misma causa a las autoridades y vecinos más expectables”

Concurren al Congreso en el cabildo 98 personas pero lo vivan desde afuera 4000 que festejaba el triunfo ruidosamente y un grupo encabezado por Pueyrredón y Paso se va a lanzar al cabildo para solicitar la deposición del virrey del mando de las tropas y su reemplazo por Liniers, de acuerdo a lo admitido por la Ley 3 del título 3 de la Recopilación de Indias.

Sobremonte estaba por llegar a Buenos Aires luego de una marcha desde Córdoba a la que se incorporan las milicias del interior. Desde San Nicolás delega el mando político en el regente de Audiencia y el militar en Liniers.

De allí en más Liniers se aboca a la organización del ejército regular y de las milicias populares que antes de la reducción llevada a cabo por Cisneros en 1809 llegaban a un número de 7500.
La defensa de la segunda invasión, fuerte en más de 12.000 ingleses se hace más por la bizarría de las milicias en defender la ciudad palmo a palmo que por la pericia de Liniers como conductor de tropas quien se creyó derrotado y estaba preparando las condiciones de la capitulación. Dice el General inglés Whitelocke en su defensa – …“No hay un solo proceso en la historia, me atrevo a decir, que pueda igualarse a lo ocurrido en Buenos Aires donde, sin exageración, todos los habitantes, libres y esclavos combatieron con una resolución y una pertinacia que no podía esperarse ni del entusiasmo religioso o patriótico”…

En Julio de 1809 llega la noticia de que la Junta de Sevilla, trasladada a Cadiz (defendida por la armada inglesa) desigan un reemplazante de Liniers en la persona del Teniente General de marina, héroe de Trafalgar Don Baltasar Hidalgo de Cisneros.

La milicia urbana de Buenos Aires estaba en ese momento dotada de 7500 hombres entre ellos elegían a sus jefes y entre los jefes elegían a los oficiales por su prestigio ya que, la mayoría, no tenía estudios especializados. Tenían sus cuarteles, cumplían servicios diarios y recibían una paga.-
Es decir que cada familia de Buenos Aires - de una población de alrededor de 45.000 almas - tenía uno o dos hijos en la milicia o un sobrino o hermano o pariente cercano ya que uno de cada seis habitantes formaban en las milicias urbanas.

Ya consideramos como irrumpieron en la escena política para sacar del mando a Sobremonte imponer como Jefe militar a Su Comandante Liniers. Desde allí en adelante incidieron de forma rotunda en las decisiones políticas.

Cuando se presenta Cisneros las milicias consideran seriamente si no ha llegado el momento de desconocer a una autoridad – la Junta de Cadiz – que debía su existencia a la armada inglesa y en la misma península existían otros Virreyes nombrados por la junta de Galicia y la Junta de Granada. Pero don Cornelio Saavedra, hombre de prestigio en las milicias, dirá – “las brevas no están maduras”.

Cisneros jura y asume el mando ante el Virrey saliente, por prudencia, en la Colonia.


Los Alzamientos contra la los funcionarios dependientes

Criollos y españoles arraigados en América confirmaban sus recelos en el sentido de que las autoridades de América dependientes de la España sojuzgada primero por franceses y a continuación por ingleses intentarían mantenerse en sus cargos tanto si se afirmaba la dinastía francesa de José Bonaparte, que todo hacía presumir, como si se transformaban en una especie de protectorado inglés, situación que se planteaba en el Consejo de Regencia de Cádiz sobreviviente gracias a la defensa de la armada inglesa - que ya se había cobrado sus honorarios bombardeando todas las defensas que pudieran atentar en un futuro contra su posesión del peñón de Gibraltar-

Esta es la causa de fondo de los levantamientos populares que se produjeron en Chuquisaca (mayo de 1909), La Paz (julio de 1909) y Quito (agosto de 1909).-

En Chuquisaca – centro universitario al que concurrían estudiantes de medio continente- el estallido había sido provocado por el rechazo al Comisionado de la Junta de Sevilla Don José Manuel Goyeneche, quien llevaba pliegos procedentes de Brasil es decir de los portugueses pro ingleses que eran bastante aborrecidos en la zona.

En La Paz – de población predominantemente indígena - había un movimiento preparado desde hace tiempo que aprovecha la oportunidad que le brindan los sucesos de Chuquisaca. El cabildo acaudillado por don Domingo Murillo, don Juan Pedro Indaburu y el Cura Medina, después de provocar la renuncia del Gobernador y del Obispo asumen el Gobierno y forman una Junta Tuitiva (que guardan amparan y defienden) Es de destacar que al formular cada demanda lo hacían con un previo ¡Viva Fernando VII!

Lanzan una proclama en la que se hace referencia a “la bastarda política de Madrid” (en manos de Francia) y declaran que “ya es tiempo de levantar el estandarte de la libertad en estas colonias”
El Virrey Abascal de Perú manda fuerzas militares que al mando del Goyeneche pro portugués, en forma sangrienta, aplastan el movimiento y condenan a muerte a los principales comprometidos.

Para sofocar el movimiento de Chuquisaca el Virrey Cisneros mandó fuerzas de Buenos Aires mandadas por el Mariscal Nieto. Entre las fuerzas represoras formaba un contingente criollo a las órdenes de Cornelio Saavedra.

En octubre de 1909 Cisneros después de consultar diversas opiniones – y cuya pieza destacable la constituyó la nombrada “Representación de los Hacendados” de Mariano Moreno - decreta la libertad de comercio con Inglaterra y con los países americanos, con algunas restricciones en defensa de las industrias del interior del país.

La libertad de comercio, viene al margen de toda teoría, a responder a una necesidad de vital importancia para Buenos Aires desconectada de España y de toda metrópoli y para Inglaterra – a la sazón aliada de España - que tenía los puertos de Europa bloqueados por Napoleón. Por supuesto que los ingleses no respetaron las restricciones y los comerciantes porteños se enriquecieron más de lo que asistieron a las necesidades generales.

La revolución de Mayo

Desde los primeros meses de 1810 comenzaron a llegar a Buenos Aires noticias sobre los desastres en España. El 14 de mayo una fragata inglesa trajo, a través de periódicos con informaciones hasta el 24 de febrero, la noticia de la caída de Sevilla y Málaga y la formación en Cádiz de un Consejo de Regencia.

Las milicias habían sido reducidas por Cisneros a un número de 3448 con el pretexto de hacer economías pero sus cuarteles seguían siendo un caldo en ebullición al que concurrían cotidianamente los veteranos. La idea corriente era –“no podemos permanecer a merced de la fortuna de la guerra adversa en la península, resignados a pasar de ser colonos de España a colonos del imperio Francés”.

La convicción general era que la potestad del Virrey había cesado al cesar el gobierno de España que le dio origen.

El día 18 de mayo se reúnen dos grupos separados a hacer planes para derrocar al Virrey. Uno de los grupos estaba conformado por oficiales de las milicias urbanas: Viamonte, Chiclana, Díaz Velez, Saavedra se encontraba ausente; el otro reunía a un grupo de intelectuales muchos de los cuales también participaban de las milicias populares: Vieytes, Rodríguez Peña, Passo, French y Berutti. Belgrano que participaba de ese grupo se hallaba ausente.

El 20 de mayo se reúne Saavedra con el otro grupo - que algunos historiadores tildan con el mote de Carlotistas por haber participado alguno de ellos en un plan para traer a la Infanta Carlota de Portugal, hermana de Fernando VII como gobernante al Virreynato - y entre ambos grupos acuerdan un plan de acción.

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El 21 de mayo se congrega gente en la plaza mayor pidiendo cabildo abierto y la destitución de Cisneros. Lucían cintas blancas y algunos una imagen de Fernando VII, habían sido convocados por French y Berutti en un número cercano a los 600.

Cisneros convoca Cabildo Abierto, a la “parte principal y sana del vecindario” para el día 22 y ordena el acuartelamiento de las tropas regulares, las milicias hacen lo mismo. Se reparten 450 invitaciones.
El cabildo abierto del 22 de mayo. El día 22 el regimiento de milicias de Patricios se despliega controlando las bocacalles y dejando pasar a quienes consideraban amigos. Una multitud se congrega en la plaza.

Los soldados regulares; en número de 609, único apoyo seguro con que podía contar el Virrey; nada pueden hacer.

El argumento de “caducidad del Virrey” es planteado por Mariano Moreno. Se da una discusión en la que no logran acordar los diversos grupos.

Al día siguiente reaparece el Virrey como presidente de una flamante Junta Gubernativa en la que participan Castelli y Saavedra quienes prestaron acuerdo.

El grueso popular no acepta la continuidad de Cisneros y se genera una nueva crisis que termina por producir la renuncia de los nombrados y la exigencia de una nueva junta.

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Al fin el día 25 de mayo, después de jornadas muy agitadas, y de acuerdo con el pueblo, que sí
estuvo, se proclamó, avalada por 476 firmas, la Primera Junta Provisoria Gubernativa presidida por don CORNELIO SAAVEDRA, con JUAN JOSÉ CASTELLI, MANUEL BELGRANO, MIGUEL DE AZCUÉNAGA, DOMINGO MATHEU, JUAN LARREA Y MANUEL ALBERTI como vocales y MARIANO MORENO y JUAN JOSÉ PASO como secretarios. Se mezclaban en esta junta españoles europeos con criollos de acuerdo a la mejor tradición de los cuerpos colegiados coloniales.
Restaba ahora la menuda tarea de legitimarse mediante el consentimiento del resto del virreinato a cuyas autoridades comunales se invitaba a elegir diputados al congreso que habría de constituirse para decidir sobre el futuro común. Pero esta cuestión conforma otro capítulo de nuestra historia.

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Julio Colotti